Dejarles tareas sin que haya supervisión, para que las realicen solos, tampoco es lo más conveniente, si decides que tu hijo o hija debería empezar a realizar alguna tarea en casa, lo mejor es que ésta tarea la realice contigo, así se convertirá no solo en una tarea que debe hacer, sino en un momento que comparten juntos. Entre estas tareas podría estar el ordenar su habitación, colocar las sábanas en la cama, regar las plantas de la casa o darle el alimento a alguna mascota que hayan adoptado en casa.
¿Cómo incrementar las conductas asertivas en los niños?
Muchas veces el constante temor de los progenitores a fracasar o fallar en el rol paterno y materno los lleva a considerar que deben facilitar a los niños y niñas la mejor ropa, la fiesta más grande, el último juguete de moda o dejarles hacer todo lo que ellos deseen y en el momento en el que los pequeños lo pidan, sin darnos cuenta que el niño o niña está comprendiendo el mundo a través de nosotros, de lo que observa, de lo que hacemos y decimos.
Respeto, valor primordial
Respetar a tu hija o hijo debe ser lo primordial, ¡siempre!, por lo general entre los adultos, dentro de una institución familiar o laboral exigimos respeto de nuestros pares y subalternos, como progenitores, cuidadores o maestros estamos acostumbrados a pedir ser respetados por los niños, niñas y adolescentes,
¿pero estamos dando el mismo respeto que solicitamos de ellos?
Al respetarlos le enseñas a respetar a los otros, a respetarse a sí mismo. A valorar su opinión y valorar la opinión de otros, el tener la certeza que en la diversidad de pensamiento es donde radica la riqueza de la humanidad.
Al respetar a tu hijo o hija estás valorando su ser independiente y diferente, respetar su voz, su apreciación ante situaciones de la vida, si no estás de acuerdo indicarás tu punto de vista sin que esto sea un regaño o imposición de lo que consideras correcto.
Decir cosas como: lo que tú piensas no es correcto, cuando crezcas verás que no es así, eres muy pequeño para saber cómo es el mundo; probablemente lastimará su confianza, puede generar inseguridades, preguntar: ¿por qué piensas así? Pues yo creo que… te parece que podría ser mejor si, permitirá una interacción adecuada, saludable, segura y respetuosa.
Reconocer sus emociones
Enseñarles a reconocer sus emociones, aquí habría un conflicto si nosotros mismo no sabemos reconocer nuestras emociones. Pues aún en la edad adulta hay quienes no sabemos reconocer nuestras propias emociones o no sabemos los motivos de dichas expresiones, porque no hemos aprendido a realizar el ejercicio constante de conocernos y mantenernos en contacto permanente con nosotros mismos; en consecuencia, se nos dificulta enseñarles a nuestros hijos a reconocer sus propias expresiones emocionales. Recordemos, no podemos dar lo que no hemos obtenido. Algunas preguntas podrían ayudarnos con los niños y niñas para ir entrenando a identificar y expresar sus emociones: ¿cómo te sientes hoy?, ¿Cuando pasó esto, qué sentiste en tu cuerpo?, ¿Se pusieron frías tus manos, o sentiste latir rápido tu corazón?, ¿qué crees que sentiste?
En ocasiones el trabajo o las tareas diarias nos hacen vivir apresurados y considerar que un juguete u objeto (carros, pelotas, muñecas, tablets, celulares) hará que nuestro hijo o hija se sienta atendido, querido o amado, pero en realidad es el tiempo en calidad que dedicamos a las personas que amamos lo que los hará sentir y saberse amados. Recordemos, no es el objeto, es el sujeto expresivo y afectivo que comparte, enseña y acompaña. Regalemos a nuestros niños tiempo, juguemos con ellos, riamos, compartamos un deporte, una película, una comida, salir al parque con ellos y nuestra mascota si la tenemos, conversemos con ellos sobre ese deporte, esa película, nos ayudará a conocerlos y que ellos nos conozcan a nosotros, como padres, madres o cuidadores, no debemos permanecer en un altar inalcanzable para nuestros hijos o hijas, debemos ser asequibles a ellos para cuando exista un problema acudan a nosotros.
Crianza sin miedo
El niño o niña debe ser educado sin miedo, debemos transmitir confianza, amor, respeto, pero no debemos transmitirles nuestros miedos, le transmitimos que son lo más importante en nuestra vida de una manera inadecuada generando una carga emocional, enviando un doble mensaje, por ejemplo que no es posible que puedan hacer muchas cosas por sí mismos, no se trata de subestimar los peligros, podemos enseñarles a protegerse y a respetar sus vidas sin que esto implique transmitirles miedos, educarlos para enfrentar las situaciones y no para evitarlas, el miedo puede transformarse en el obstáculo que no permitirá a tu hijo o hija cumpla metas y viva experiencias que le ayuden a crecer, el miedo al igual que la culpa son los monstruos más grandes que los pequeños y ser humano puedan tener.
La crianza respetuosa tiene relación con la empatía, darle el lugar al niño o niña como un sujeto de derechos, cuyas bases fundamentales tiene relación al afecto, amor, el respeto y los castigos no punitivos.
Es posible que esté cuestionando lo lineal, lo horizontal, del tipo de crianza respetuosa, con apego, en relación a falta de límites; es entendible, muchos fuimos criados de una manera poco respetuosa; por ello ha sido difícil el camino al cambio o identificar nuestros sentimientos y emociones. Pero si examinamos detalladamente aquellas prácticas pasadas, nos daremos cuenta de lo insano que podría ser desconocer la crianza saludable, con apego y respetuosa.
PsiconCiencia cuenta con profesionales que te orientarán de manera adecuada en el establecimiento de pautas de crianza positivas, respetuosas y saludables.